Vienen bajando los emisarios,
Vienen por la bajada del sol,
Galopan, magníficos caballos,
Que ensordecen con sus cascos,
Pero esta vez me alegro yo
No anuncian de proscriptos
El precio de su delación,
Ni olvidos, ni partidas,
Ni flagelos o desolación
Ya van llegando los informantes,
Llega tan curiosa procesión,
Y ante la turba siguen de largo,
Silenciosos, impecables,
Místicos e intocables
No hablan de malditos,
De brujas o de traición,
No hablan de colonias
en una posible rebelión
Hoy buscan y por fin encuentran
A quien el delito cometió
De robar mi autonomía,
Mi canción, mi rebeldía,
Y le entregan mi corazón
Vienen bajando los emisarios,
Saben deslizarse en mi voz,
Galopan, magníficos caballos,
Y anuncian, como a diario,
Pero esta vez me alegro yo
Se funden en una sonrisa
Porque por fin hablan de amor,
y en este, su último galope,
dejan mi imaginario
luego de cumplir con su labor
Hoy buscan y por fin encuentran
A quien el delito cometió
De robar mi autonomía,
Mi canción, mi rebeldía,
Y le entregan mi corazón
La cripta de Canterbury
Hace 10 años.
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